Los Masái son muy probablemente, una de las poblaciones más conocidas entre todas las tribus y etnias de África a pesar de que no son tan numerosos. No hay evidencia documentada cierta, pero se estima que hay alrededor de un millón de ellos.

Habitan la tierra donde se encuentran los parques naturales más emblemáticos del mundo: el Parque Nacional del Serengueti, el Área de Conservación de Ngorongoro, el Parque Nacional Masái Mara y el Parque Nacional Amboseli.

A nuestra llegada nos recibe el líder del grupo Masái y la tribu completa nos da la bienvenida con cantos y bailes en el exterior. Es un día soleado y sin nubes, condiciones de luz muy dura que harán de esta visita un desafío fotográfico, dada la presencia de sombras y contraste muy fuertes.

Los Masái remontan su origen a etnias como el Samburu, el Luo, el Turkana y las poblaciones etíopes, y se originaron en la región del Valle del Nilo. Muchos historiadores creen que este pueblo ha existido durante unos 3.000 años. Emigraron hacia las zonas donde habitan hoy, entre el siglo XVI y XVII.

Viven con tradiciones que se han transmitido de generación en generación rechazando el progreso y una estructura social moderna.

Aprovecho la alineación de estas 3 mujeres para ubicarme desde la diagonal. Con ello rompo la frontalidad de su ubicación con respecto a la cámara y además, al presentarse en diferentes planos, por profundidad de campo, logramos concentrar la atención más fuertemente en una de ellas, la del medio.

Viven principalmente en aldeas tradicionales, visten con características de telas de colores teñidas, en su mayoría rojas, y peinan su cabello, de maneras peculiares y muy identificativas: las mujeres tienen el cabello afeitado mientras que los hombres usan el suyo largo y trenzado.

Sin embargo durante la visita sentí que lo que realmente los caracteriza, son las joyas muy grandes y coloridas, hechas de alambre de metal y mostacillas.

Encuadres cercanos nos permirirán mostrar detalles de joyas y vestimentas, son parte de las imágenes que acostumbro a practicar con un desenfoque parcial gracias a focales largas y el uso de diafragmas abiertos. (f5,6)

Su ocupación

Son principalmente pastores nómades, y el ganado representa el núcleo de todas sus actividades e influye en todos los aspectos de su vida, desde la comida hasta las tradiciones, el diseño de las aldeas y la cultura.

Esta fotografía muestra muy bien una ubicación ideal cuando retratamos a muchas personas juntas. El hecho de presentarse formando triángulos, hace que la imagen se sienta más dinámica y por otro lado los rostros de todos los integrantes aparecen descubiertos.

Su vestimenta

Los Masái son famosos y fácilmente reconocibles gracias a su túnica tradicional, la Shuka. Es una manta de colores brillantes, predominantemente roja, que envuelven sobre sus hombros y torzos.

Sin embargo, no siempre se han vestido de esta manera, en el pasado sus costumbres eran diferentes.

Los colores de las vestimentas Masáis son realmente fuertes y tienden a capturar total atención. Pero si recorres la foto con más detención, verás que mi propósito fue además dejar un centro de atención diferente. Descubriste cuál es? 🤚🏾

En el pasado, la ropa Masái se obtenía de piel de animal, que se teñía con pigmentos vegetales, pero cuando llegaron los primeros colonizadores, los Masái comenzaron a reemplazar la piel de ternero u oveja con lana o algodón.

Se cree que las telas con patrones a cuadros o rayas se inspiraron en las mantas que los soldados ingleses y escoceses usaban para sus faldas, que los Masái comenzaron a comprar y usar, cambiando así su forma de vestir.

Dos poses diferentes de una misma mujer Masái, logran realzar ciertos aspectos distintos de su rostro. El perfil queda muy bien en la medida que hay sonrisa, además de dejar centrado y muy atractivas visualmente las joyas que cuelgan de la oreja izquierda.

La Orfebrería

Los hombres usan pulseras de muñeca o tobillo, y a veces también cinturones y collares, mientras que las mujeres presentan una explosión de color y joyas: usan decenas de pulseras y grandes collares planos decorados con mostacillas en varios patrones y colores, que identifican el clan al que pertenecen y su estatus social.

La joyería juega un papel importante en los rituales de cortejo y tanto hombres como mujeres pasan mucho tiempo cuidando su apariencia.

Fue un desafío lograr tener buenos encuadres al momento que las personas se movían en grupo hacia nosotros durante el baile de bienvenida. El enfoque continuo y el congelamiento son fundamentales a la hora de decidir parámetros técnicos.

Ciertamente los materiales que usan el día de hoy no eran los originales, antes de la llegada de los colonizadores, las joyas estaban hechas de semillas y piedras que se encontraban fácilmente en el entorno circundante.

Estos nuevos materiales hicieron posible que se crearan decoraciones más elaboradas.

Son impresionantes los tamaños de los collares de estas mujeres Masáis, que evocan círculos perfectos cuando se orientan de esta forma en su cuello. El color blanco de las mostacillas bajo el sol provocaba un fuerte brillo en la cámara,  por lo que hay que cuidar la exposición para no quemar las altas luces.
Debemos ser ocurrentes en la medida que nos enfrentamos a hacer fotografía. Hay detalles que están en planos muy distintos a los usuales, los cuales podremos encontrar a través de picados de cámara como el que hice aquí.

El calzado

Hasta no hace mucho tiempo, los Masái solían usar sandalias hechas de piel bovina, pero hoy en día estos materiales han dejado espacio para viejos neumáticos y tiras de plástico.

Picado de cámara de los pies de una mujer Masái. La presencia de colores costrastantes morado y amarillo llamaron inmediatamente mi atención.

Los diferentes colores de las prendas y joyas Masái son importantes porque reflejan varios aspectos de su cultura:

El azul es el color del cielo que proporciona agua en forma de lluvia, que es fundamental para el ganado. El blanco es la pureza de la leche, un alimento básico y fuente de energía.

La repetición de las líneas verticales provenientes de los largos bastones de madera que cada uno tiene en su mano, generan un ordenado patrón rítmico dentro de la fiesta colorida que provocan sus mantas.
Les pedimos respetuosamente a algunos de los integrantes de la tribu que posaran frente a una muralla de color neutro. Hubo que esconder algunas cintas de color que colgaban del techo y aparecían por sobre la cabeza de este alto Masái.

El rojo es el color más importante para los Masái , representa la sangre y una especie de protección contra los animales salvajes, también representa el coraje, la fuerza y la unidad dentro de la nación Masái .

El verde significa la tierra que proporciona alimento, en forma de plantas y vegetales, y también fuente de consumo para el ganado.

El amarillo representa el sol, haciendo posible la vida y el naranja significa hospitalidad, amistad y la generosidad del pueblo Masái.

En lenguaje visual hay una preferencia por números impares, estos de alguna forma logran equilibrar la composición. En este caso además, el hecho que el más bajo de estatura se colocara al centro, le aporta movimiento a la línea de las cabezas.

La sociedad Masái tiene una organización basada en el patriarcado, los hombres gestionan, gobiernan y tienen roles más activos, mientras que las mujeres desempeñan roles marginales y están sometidos a los hombres.

Retratos Close up como estos, descontextualizan a las mujeres de todo aquello que las rodea. Solo lo visible en sus cuerpo y cabezas aporta información acerca de estas.

Las mujeres pasan por dos grupos de edades: el primero consiste en niñas y adolescentes hasta los 16 años. El segundo reúne a mujeres a partir de los 17 años, aquellas que tuvieron que superar un ritual de paso tras su primera menstruación.

A través de leves desenfoques podemos centrar la atención en una persona. Adicionalmente en esta imagen, me gusta mucho las diferentes direcciones y por lo tanto sensación de movimiento que crean cada uno dentro del conjunto. 

Este consiste en la práctica bárbara de la mutilación genital, es una extirpación del clítoris, y a veces también de los labios externos.

En la tradición Masái, la mutilación genital no estaba vinculada a la necesidad de salvaguardar la virginidad de una niña, es más bien una prueba de coraje y capacidad para soportar el dolor, al igual que lo que la circuncisión es para los hombres.

Afortunadamente, esta práctica ha sido recientemente prohibida por la ley y también rechazada por la mayoría de las niñas que desean un ritual de paso no violento y no invasivo.

Estar siempre mirando a través de la cámara, con los parámetros adecuados a la situación, nos permitirá lograr buenos resultados y capturar un sinfín de expresiones.

Los hombres se dividen en tres grupos o etapas de la vida: la infancia, el guerrero y el guerrero mayor.

Brillos en la cabeza desde arriba fueron imposibles de eliminar al hacer estas tomas bajo una muralla con poco alero. Tendremos que adecuar lo mejor posible nuestra exposición para evitar zonas quemadas en la piel.

La poligamia es permitida y aceptada, un hombre que posee mucho ganado, será más rico y cuanto más rico es, más esposas puede pagar.

Cada esposa tiene su propia choza, la cabaña de la primera esposa siempre se encuentra en el lado derecho de la del marido, mientras que la de la segunda esposa se encuentra a la izquierda.

Estar alerta a los movimientos en cada momento nos permiten reaccionar antes instantes únicos. El entrenamiento de la técnica hará que respondamos acertadamente con los parámetros adecuados.

Uno de los ritos de la tradición Masái es la extracción de los dientes incisivos inferiores de los niños, la razón de esta práctica se encuentra en el intento de salvar a los niños del contagio del tétanos, que ha sido una causa de muerte, especialmente en el pasado.

Esta práctica deja un espacio entre los dientes a través del cual se puede alimentar y administrar el medicamento al enfermo que, como consecuencia, tiene bloqueada las mandíbulas.

Los niños nos recibieron con cantos en su escuela, que estaba construída en base a ramas por donde se colaba la fuerte luz cenital del sol de mediodía. Afortunadamente a estos tres amigos, los bañaba en ese momento una suave luz que facilitó la exposición. Curiosos miraban unos juguetes que les dejamos como regalo de nuestra visita.

Actualmente se está fomentando entre la población Masái, que integren a sus niños al colegio, pero hay grupos que se niegan a mezclarse con otras tribus y organizan escuelas propias en donde enseñan a sus hijos las habilidades que les  permiten sobrellevar su estilo de vida.

Esta escena podría pasar por monocroma si no fuera por esa tela verde del lado derecho. El color le aporta sensación de realidad y además denota el estado de los pies y piernas de estos niños.
Fuego creado a partir de roce de un palo y piedras, es usado para quemar paja, para que se expanda. Un momento fugaz y espontáneo que logré capturar con la cámara.

Las sociedades arcaicas de cazadores y pastores generalmente se organizan sobre la base de un conjunto de reglas, ceremonias y tradiciones que se han mantenido inalteradas a través de los siglos, y el pueblo Masái no es la excepción.

Este fascinante viaje de exploración de las culturas tribales en Tanzania se realizó gracias a expertiz de la agencia de viajes Mandala. Cada detalle, desde la inmersión en tradiciones ancestrales hasta las interacciones enriquecedoras, fue cuidadosamente planificado. Mandala nos ofreció una experiencia inolvidable que trasciende el tiempo y conecta con lo más profundo de estas antiguas civilizaciones.